López Obrador frente a Joe Biden

En días pasados el corresponsal de Proceso y colaborador de Aristegui Noticias, Jesús Esquivel, confió a Carmen Aristegui que tenía información de “buena fuente” que el Presidente Andrés Manuel López Obrador piensa dificultar la relación de México con el nuevo gobierno EU. La verdad que esta filtración suena descabellada. Si fuera así, y el jefe del Ejecutivo mexicano se estaría suicidando. 

Quiero suponer que se está confundiendo el hecho de que el gobierno de la 4T está planteando una relación de mayor independencia pero no de confrontación con  el Presidente Joe Biden. Es cierto que frente al ex presidente Donald Trump, el gobierno mexicano se vio seriamente amenazado por un personaje que legisladores demócratas y, aún algunos republicanos, consideran está mal de sus facultades mentales. 

En junio de 2019, Trump amenazó al gobierno de nuestro país que impondría un arancel del 5%, el cual iría en aumento, sobre todos los bienes que ingresaran a EU desde México, en tanto el gobierno morenista no detuviera a los inmigrantes que desde Centroamérica buscaban llegar al vecino país de norte pasando por nuestro territorio. Fuecomo tener una pistola en la cien. 

¿Qué hubiera sucedido si López Obrador se hubiera envalentonado y decidido mandar al diablo a Trump?, las consecuencias para el país y las empresas mexicanasseguramente hubieran sido desastrosas, y por consecuencia, muchos hubieran descalificado por igual al mandatario mexicano. 

Aquella decisión seguramente fue muy dura de tomar, tras valorar el perfil de quien gobernaba desde la Casa Blanca, pues era sabido desde mucho antes que era de “armas tomar”, y que lo mejor era llevar la fiesta en paz, y no por un acto nacionalista, patriótico, entráramos en un choque frontal con aquel. 

Desde luego que esta decisión le costó mucho a López Obrador. La lluvia de críticas sanas e insanas. con argumentos o simplemente descalificadoras, le cayeron como avalancha. Creo que Andrés Manuel prefirió este tipo de ataques que fuertes arremetidas de Donald Trump que al final nos pudieron costar muy caras como país.

Políticos y analistas opositores no han desaprovechado la oportunidad para inventar pleitos entre el nuevo Presidente de EU, Joe Biden y López Obrador. Siguen creando una narrativa que vincula al tabasqueño con Trump y por ello la respuesta del Presidente: “Los que están apostando a que nos vamos a enfrentar al gobierno de los Estados Unidos, se van a quedar con las ganas”, les ha revirado.

Lo acusan de ser un “Pancho Pantera”, porque presuntamente “luego, luego” se ha confrontado con Biden. Afirman que perdió la apuesta de que Trump seguiría en la Casa Blanca y como no ganó su “favorito” está buscado provocar fricciones con Biden. Un hecho es claro, los opositores al presidente no cejan en su decisión de descalificarlo.

Bien ha señalado el columnista de la Jornada Julio Hernández López quien escribió en su espacio “Astillero”,que ya está en curso una “Operación Contraste”: “Plumas y opinantes de sabida adhesión a los poderes desplazados o semidesplazados por el obradorismo, mantienen una campaña de señalamiento de las presuntas bondades discursivas y operativas de Biden, justamente para señalar como todo lo contrario lo que hasta ahora ha ido haciendo el político tabasqueño que tanta irritación les provoca. Aspiran estos desesperados a que Washington les haga el milagro que acá no han podido confeccionar, nativamente”. En pocas palabras dice: “Usar a Biden para ‘ajustar’ a AMLO”.

Sería una torpeza de López Obrador si no entendiera el mensaje positivo que desde el primer día Biden ha enviado al Congreso de su país; una reforma migratoria para ofrecer la legalización y la ciudadanía a unos 11 millones de indocumentados mayoritariamente mexicanos, lo mismo que el programa DACA que beneficiará a aproximadamente 645 mil entre los llamados dreamers y jornaleros quienes podrían recibir sus greem cards, amén de la decisión de que no se seguirá construyendo el muro de Trump.

La historia nos enseña que la mayoría de las veces la convivencia entre ambos países no han sido de lo mejor. También nos recuerda de cómo varios de los mandatarios, más que por presiones, sino por sus apegos a la nación más poderosa del planeta, se han alineado, pero también porque se les ha puesto la pistola en la frente. 

Es lamentable que el sector de siempre insta en crear una narrativa descalificadora, y que aún antes, y en los primeros días del nuevo gobierno estadunidense, aquí se ingenien pleitos, choques y adelanten desacuerdos demasiado fantasiosos. Al menos se deberían de esperar para saber si los hechos les da la razón. 

Que no le cuenten…

Qué bueno que el Presidente López Obrador decidió que los gobiernos en los estados y los empresarios le ayuden a su administración en la aplicación de la vacuna. Urge que la inyección del biológico en tanto vaya llegando, se acelere poner un alto de inmediato el que siga ocurriendo a diario miles de muertos por COVID que a todos nos duele.

Interesante el anuncio que un grupo de perredistas hicieron el jueves pasado en Culiacán, Sinaloa encabezados por Juan Guerra quien antes de ser perredista, militó en el PMS. Guerra a quien se le identifica cercano a Guadalupe Acosta Naranjo y a Rosario Robles, llamó a la militancia del PRD a sumarse a la candidatura de Morena al gobierno de aquel estado del Senador Rubén Rocha Moya. 

Platiqué con Guerra, y me ha dicho que lamenta el “resentimiento” entre quienes creen que “Andrés no se equivoca y los que no le consideran ningún acierto” pero más aún, dice, es lamentable que el PRD, heredero de la izquierda mexicana, acepte apoyar en Sinaloa una alianza en favor de quien vaya a hacer el candidato del PRI. “Es como morderse la cola históricamente. Con su acción el PRD está diciendo que lo que ha hecho el PRI no era tan grave”.

Pero también buscó aclarar: “No estamos buscando un espacio en Morena, sino a apoyar a Rocha, quien siempre ha estado en la izquierda, y es una persona con sentido y sensibilidad social que cualquier otro candidato que surja de la alianza PRI-PAN-PRD”.