El abandono federativo daña los Juegos Nacionales

Por Nelson Vargas

Los Juegos Nacionales Conade son un evento que tiene las características fundamentales en la preparación y el desarrollo de nuestra natación; sin embargo, en lo que se refiere a deportes acuáticos ha sufrido por el desamparo de la administración de la Federación Mexicana de Natación, lo que se ha convertido en motivo de debate entre la comunidad acuática.

Hay que recordar que en el caso de natación, la máxima autoridad técnica que rige cualquier evento deportivo es esta federación (que además sigue teniendo el reconocimiento de la Conade, organismo al que debería responder con una mejor organización), y que en el ámbito nacional debería estar viendo por el desarrollo de los nadadores, pero en lugar de eso, desde hace dos o tres años solamente ha buscado obtener ingresos económicos.

Son bien conocidos por todos los incidentes graves que han ocurrido en el marco de este evento, producto del desinterés de los federativos. Un ejemplo claro fue lo ocurrido en la edición 2021 en Nuevo León, donde a poco menos de tres semanas del arranque del evento, se modificó la fecha, rompiendo cualquier esfuerzo de planificación.

La edición 2022 transcurrió sin pena ni gloria, continuó siendo un evento en el que los deportistas asistieron en búsqueda de los apoyos económicos provenientes de los institutos del deporte de sus entidades.

Sin embargo, en términos técnicos, la fecha establecida para este evento nuevamente pudo jugar en contra de la preparación de estos deportistas, considerando que con este evento se tuvieron que buscar tres puestas a punto para lograr el mejor desempeño en prácticamente tres meses: abril con la participación en el selectivo único, Nacionales Conade en junio; y julio con los cierres de temporada en eventos fundamentales.

Esto es gravísimo, pues es prácticamente imposible generar un programa que desarrolle nadadores de alto rendimiento, si año con año deben participar en un evento que formativamente no les otorgará beneficio al interferir con el programa que proyecta la participación internacional.

Este año nuevamente empieza a observarse un panorama poco favorable. Se había anunciado en un inicio que la sede de este evento para la natación sería Aguascalientes, lo cual en un principioo causó extrañeza, ya que es una sede de la cual la comunidad acuática dudaba que tuviera las facilidades para ofrecer una instalación que permita el desarrollo del evento.

Esta semana empezó a correr un rumor que anuncia el cambio de sede a la ciudad de Guadalajara. Un ajuste en la sede mucho más lógico considerando la excelente instalación como lo es el Centro Acuático Metropolitano, pero al no haber una comunicación formal de la federación, o información específica del ámbito, se seguirá entorpeciendo la planificación, sacrificando los componentes técnicos a trabajar en la preparación de nuestros deportistas.