Alejandro Armenta entrega reconocimiento a Julio César Chávez en el pleno del Senado

El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta Mier, entregó un reconocimiento a Julio César Chávez, por su destacada trayectoria deportiva en el mundo del boxeo, su lucha contra las adicciones en los jóvenes y por la equidad de género en este deporte.

Durante la sesión ordinaria de este miércoles, se realizó la ceremonia para rendir un homenaje al boxeador que ganó seis campeonatos mundiales, y con 115 combates profesionales y 107 victorias es miembro del Salón Internacional de la Fama del Boxeo.

A la ceremonia asistieron Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo; los campeones mundiales Jacqueline Calvo Ramírez, Sebastián Fundora y Gabriela Fundora; así como Alfredo Fundora, exboxeador profesional; y Alan David Picasso “El Rey David”, boxeador profesional.

Alejandro Armenta subrayó que Julio César Chávez dedica parte de su vida a promover la lucha por la equidad de género en el boxeo, tanto en México como en el mundo; además, encabeza un movimiento en contra de las adicciones en los jóvenes en el país.

Recordó que el deportista nació el 12 de julio 1962, en Ciudad Obregón, Sonora; fue campeón de los guantes de oro e inició en el ámbito profesional en 1980 y para 1984 se coronó campeón por primera vez en la categoría superpluma, al noquear en ocho asaltos a Mario “Azabache” Martínez.

En sus 25 años de carrera profesional, continuó Alejandro Armenta, logró mantenerse invicto durante 13 años, tuvo 37 combates de título mundial, de los cuales ganó 31 y pudo defender exitosamente en 27 ocasiones.

Desde la tribuna, Julio César Chávez agradeció al Senado de la República por este reconocimiento y mencionó que su carrera no fue nada fácil, porque detrás de cada pelea hay una gran preparación y concentración.

“Yo tuve un sueño, el de ser campeón del mundo; eso fue lo que le prometí a mi madre y gracias a Dios lo logré”.

El boxeador también recordó que tuvo un problema de adicción, “que todo mundo lo sabe y no me arrepiento, no me arrepiento porque Dios me dio otra oportunidad de vida” y ahora tiene un programa de recuperación con el que ha podido ayudar a muchísima gente.

“A eso me dedico ahora, a salvar vidas. Así como a mí me salvaron la vida, yo ahora también me dedico a salvar vidas, a salvar a los jóvenes a que se alejen de las drogas y el alcohol, porque sí se puede, claro que se puede vivir sin alcohol y sin drogas”.