Manuel Espino, el yunquero-moreno

Por Mario A. Medina

Cuando la campaña electoral del 2006, y Manuel Espino apoyaba la candidatura de su amigo Felipe Calderón replicaba la cruzada nacional en contra del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador: “Es un peligro para Durango”, repetía una y otra vez.

Luego, ya en el 2018, habría de recibir el “perdón” y se sumaría a la campaña de El Peje. Hasta hace unos días, por fin, se afilió a Morena y se registró como precandidato morenista al gobierno estatal, tras de solicitar licencia para ausentarse como comisionado del Servicio de Protección Federal en la SSPC.

Cuatro décadas atrás Manuel Espino fue un destacado miembro de El Yunque, organización ultraconservadora, fundamentalista, con un alto grado de disciplina, cuyo ideario, ha explicado Álvaro Delgado, autor del libro “El ejército de Dios” y “El Yunque, la Ultraderecha en el Poder, sus integrantes deben de ser mitad monjes, fieles a la Iglesia Católica y mitad soldados, como milicias de Dios; que den una decidida lucha por la defensa de la iglesia en el ámbito de la política, que sepan resistir todos los embates como un yunque de metal, firmes, que no se rompan, que no se modifique su integralidad al ser golpeados.

La “integridad yunquista” de Espino aparentemente se ha roto, su perfil conservador, de derecha, ha dejado de serlo al afiliarse a Morena, partido (de izquierda), donde según él, “habré de ser un militante disciplinado, respetuoso de mis compañeros y dirigentes”, señaló en Twitter.

Espino se afilió al PAN en 1978. De 2002 a 2005, fue secretario general de ese partido, y de 2005 a 2007, presidente del Comité Ejecutivo Nacional. Además, presidióa dicha organización, lo mismo que otros dirigentes del PAN como Luis Felipe Bravo Mena, César Nava, Cecilia Romero. Han tenido cargos ahí, como jefes generales, José Antonio Quintana Fernández, Bernardo Ardavín y Guillermo Velasco Arzak, entre otros empresarios.

En Durango pocos son los que le creen en la conversión de Espino al lopezobradorismo. Lo califican de oportunista y recuerdan que lo mismo hizo, en su justa dimensión, para sacar raja con Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, que igual que con López Obrador, se declaró convencido de sus proyectos, como reconoció en una entrevista que en días pasados le hizo la periodista Denisse Merker en Atando Cabos. 

En la entidad gobernada por el panista y antiguamentepriísta, José Rosas Aispuro Torres, recuerdan que Manuel Espino antes de hacer carrera como panista en Sonora, enDurango, encabezó a grupos de jóvenes afiliados a El Yunque, principalmente a la organización universitaria conocida como “Proyección Estudiantil” cuyo líder principal fue Jorge Herrera Caldera exgobernador priista, antecesor de Rosas Aispuro, en la que también militó Ismael Hernández Deras, antecesor y amigo de Herrera Caldera.

Ambos siguen teniendo una excelente relación con Manuel Espino, pero no sólo en el ámbito de los negocios, desde luego su cofradía tiene que ver en el campo de la política para seguir en el poder y continuar encubriéndose. En la memoria de la campaña de Rosas Aispuro se puede encontrar cómo el panista se comprometía con el electorado, que, de ganar, iría tras Herrera Caldera por “inconsistencias” en los recursos de los gastos estatales y federales y otras linduras. De la misma manera, Aispuro acusaba a Hernández Deras de enriquecerse en el cargo y permitir la entrada de grupos criminales a Durango, léase el narcotráfico. 

Esta lectura es muy similar entre diferentes sectores duranguenses que ven cómo ex priistas están detentando el poder al interior de Morena y relacionan a Espino como parte del equipo del exgobernador Herrera Caldera, quien eventualmente apoyaría a éste a la gubernatura por ser su amigo, como también lo hace el actual dirigente estatal de Morena Otniel García Navarro, un destacado ex priista local; esto amén de que a este partido se han afiliado personajes ligados no sólo a Espino, sino al Yunque, al PAN y al PRI.

Entre el morenismo duranguense hay quien dice que Espino no va por la gubernatura. Afirman que va a actuar como lo hizo con Fox, Calderón y Peña. “Sólo quiere un poco de poder, y desde allí hacer negocios”. Sin embargo, otros no coinciden, y señalan que los exgobernadores se ven repitiendo en el gobierno a través de Manuel Espino y/oAlma Marina Vitela Rodríguez, Presidenta Municipal de Gómez Palacios, donde el primero, se afirma, tiene una alianza, con la edil, pues ambos son cercanos a Herrera Caldera. 

Sin embargo, a nivel nacional, hay la total confianza de que Espino no sea el abanderado de Morena, porque sería un grave error regresarle el poder político y económico a lo más corrupto de Durango, es decir a Herrera Caldera y Hernández Deras, y por lo tanto que la candidata o candidato deberá salir entre la senadora Margarita Valdez Martínez y el senador José Ramón Enríquez, ambos de Morena. 

La oposición a la posible candidatura de Espino a la gubernatura tiene que ver con su “incongruencia” o “chapulineo”, por su pasado multipartidista y/o cercanía con los últimos tres presidentes de la República, pero pesa más por ser una pieza fundamental de los exgobernadorespriístas, pues hecho de que Espino fuera el abanderado de Morena significaría entregarle total y absolutamente el poder a la derecha y al yunquismo y a lo más putrefacto del PRI.  

La seguridad de muchos morenos en Durango de que el yunquista no sea, es que, a finales de septiembre del 2019, Manuel Espino llegó al estado presumiendo que el presidente lo había invitado a ser súper delegado, que el mandatario lo quería allá.

Presumió que López Obrador le había encargado revisar, con diversos actores duranguenses y de la región de la Laguna, la situación en la entidad bajo el argumento de que existía “desempleo y estancamiento de la economía, falta de infraestructura, mantenimiento a las carreteras, abasto de agua”, y que era preciso incrementar las aportaciones federales.

Aquella declaración fue una suerte de auto destape, algo asícomo: “Vean la responsabilidad que me encargó el Presidente, soy el bueno”. Si Andrés Manuel López Obrador le adelantó tal versión, le hizo creérsela, jugando con él, midiendo su reacción. En realidad, nunca lo fue, pues el Presidente nunca le dio tal encargo. 

En Durango al menos la verdadera militancia de Morena aspira a que el yunquero-moreno, Manuel Espino regrese, pero no al estado sino a su cargo como comisionado del Servicio de Protección Federal. “Mejor que se quede allí fuera de la jugada”, dicen quienes lo conocen. Claro, en la medida de lo posible.

Que no le cuenten…

En realidad, el problema de la boda en Antigua Guatemala no fue lo faustoso de la fiesta. El problema fueron los nombres de algunos invitados. Lástima por los excelentes resultados del Fiscal. Lástima por el palomeo de algunos de sus invitados que se presume bien podrían estar en la lista de la Unidad de Inteligencia Financiera.