El factor, mafias de poder en el Edomex

Por Mario A. Medina

Casi todas las encuestas que hay respecto del proceso electoral que se está escenificando en el Estado de México señalan que la profesora Delfina Gómez ganará las elecciones del 4 de junio próximo.

Hay quienes aseguran que el resultado “ya está definido” porque el gobernador Alfredo del Mazo “ya vendió” los resultados a favor de la candidata de Morena, y hasta lo acusan de “traidor” a su partido, el PRI, y a la candidata de la alianza “Va por México”, Alejandra del Moral a quien, se dice, él la palomeó para ser la carta del priísmo.

Si partimos de los resultados de la mayoría de las encuestadoras, Morena está bien posesionada y por consiguiente Delfina Gómez, en buena medida, va a la cabeza. Esto todo mundo lo repite y lo reconoce, que es gracias a las enormes simpatías que sigue cosechando el presidente Andrés Manuel López. 

No se debe olvidar que Delfina Gómez y Alejandra del Moral ya se enfrentaron en una contienda anterior por el Senado de la República en 2018 en la que la morenista llegó sin problema alguno a ocupar un escaño en la Cámara Alta, es decir, le ganó.

Hay quienes ven este diferendo electoral como “papita”, como un “día de campo” en favor de la maestra por el “arrastre popular” del presidente en la entidad, por lo que se da como descontado que la ciudadanía mexiquense va a votar por la ex secretaria de Educación Pública federal.

Sin embargo, a la ecuación electoral, habrá que sumarle otra, la política, pues si bien podríamos decir que Delfina Gómez lleva una importante ventaja en las preferencias de los mexiquenses, donde la mayoría de las encuestadoras la ponen por arriba de Del Moral hasta 25 puntos, y la que menos le da son 8 puntos, hay que tomar en cuenta a los grupos de poder en la entidad.

Hay quienes suponen que el PRI en el Estado de México está quebrado, que su fuerza está mermada como le sucede en todo el país. Esto no es del todo cierto. El grupo Atlacomulco sigue vivo. Han estado presentes en diversos actos de campaña de Alejandra del Moral, varios personajes que siguen meneando los hilos del poder allí. La han acompañado los exgobernadores Emilio Chuayffet, Eruviel Ávila, Arturo Montiel, César Camacho y Arturo Baranda.

La joven candidata de la alianza recientemente en su cuenta de Twitter dijo: “El Estado de México tiene historia, tiene protagonistas y mexiquenses orgullosamente comprometidos con lo que se ha construido y con lo que está por venir”. ¿Cómo se puede interpretar esto? Una de ellas, es que no dejarán que su pasado desaparezca, es decir, no permitirán que su continuidad se trunque, y que seguirán siendo protagonistas en la entidad.

Para muchos el papel que está jugando el gobernador Alfredo del Mazo Maza es principalísimo, ya sea por su condescendencia hacia el presidente López Obrador, y que por ello está jugando debajo de la mensa en favor de Delfina, sin hacer nada que favorezca su secretaria de Desarrollo Social, o bien está tomando una posición clara para que el Estado de México “siga siendo el bastión priista que era”. 

A ese factor político hay que agregarle el elemento PRIANPRD, es decir la alianza Va por México, donde se debe incluir a parte de los grupos de poder de estos tres partidos, a personajes de la derecha como Claudio X González que indudablemente están metiendo la mano en el proceso y no quieren por ningún motivo que Alejandra pierda, pues saben que, si gana Delfina, la alianza saldrá derrotada de manera contundente en la elección presidencial del 2024. 

La apuesta entonces de la alianza Va por México es regresar a las formas de “ganar” como lo hacían en el pasado, donde el PRI y el PRD tienen una amplia experiencia en la compra y coacción del voto, incluso el mismo PAN se le ha acusado de manera semejante de ejercer estas mismas prácticas que le permitieron ganar presidencias municipales y diputaciones locales.

De perder, muchas serían los grupos de poder que se verían afectados en sus intereses, en sus grandes negocios que son muchísimos, por lo que no hay que dudar que las catervas de cada partido de la alianza, y desde luego grupos empresariales ya se han reunido como estilan las mafias para acordar, primero, hacer hasta lo imposible porque no gane la maestra y luego repartirse el pastel.

Se habla incluso que diferentes grupos de los tres partidos están decididos a dar la batalla y luego repartirse las carteras a partir de un acuerdo, que ya está en borrador, de “formar un gobierno coaligado, donde la mano la llevan a quienes se les identifica como “sectores” del PRI, pero que en realidad siempre han actuado como mafiosos. 

Un Ejemplo “positivo” para ellos de que sí es posible negociar”, es la mismísima “concertacesión” en tiempos de Carlos Salinas y luego cuando Ernesto Zedillo reconoció el triunfo, que sí lo fue, de Vicente Fox, los llevó a trabajar juntos al PRI y al PAN en el Congreso federal y en los locales en acciones que al final defendían sus intereses y los de las grandes empresas nacionales e internacionales. 

Efectivamente como señalan algunos visores del tema, Alfredo del Mazo podría pasar a la historia como “el priista que entregó a la oposición el territorio que tuvo el Revolucionario Institucional durante 93 años o quien logró retener para ese partido la tierra de los expresidentes Adolfo López Mateos y Enrique Peña Nieto”.

Delfina Gómez, Morena y su equipo de campaña no deben de dormirse en sus laureles, ni confiarse que las encuestas hoy le dan la victoria. No, no lo deben de hacer. Deben ir por más y cuidar que el PRI y sus aliados no actúen como siempre lo han hecho, comprando y coaccionando el voto. 

Dinero lo tienen y de sobra para lograr comprar a la población mexiquense; pues lamentablemente mucha ella, por necesidad o falta de conciencia política es susceptible de convencer sin problema alguno. La historia de los resultados en las elecciones de esta entidad da cuenta de esto. 

Es cierto también, Alejandra del Moral está atrapada en la propia historia del PRI que tiene a la población asida en la pobreza y hasta en la miseria; en la inseguridad y desde luego hablar del PRI allí es hablar de la enorme corrupción.

Esta es la gran oportunidad de los mexiquenses de sacudirse a una mafia que, en palabras de la candidata de Morena, el priísmo los ha sumergido en “cien años de oscuridad”.

Que no le cuenten…

El problema de algunos medios de comunicación que dejaron a un lado la imparcialidad que exigen las reglas de este oficio, es que, en vez de hacer periodismo, lo usan como ariete madreador. Bajan de redes sociales fotografías mentirosas que saben que son eso, porque al cabo saben que, si no manchan, tiznan. Ese es su propósito y no el periodismo independiente del que presumen.