Descubre la magia escondida de la Presa Cajón de Peña, en Costalegre
Enclavada en el corazón de Costalegre, a poco más de una hora de Puerto Vallarta, la Presa Cajón de Peña es uno de esos lugares que parecen existir fuera del tiempo. Rodeada por montañas, selva y cielos inmensos, este espejo de agua, el más grande de Jalisco, se extiende entre los municipios de Tomatlán y Cabo Corrientes, invitando a sus visitantes a desconectarse del ruido y reconectarse con lo esencial: la naturaleza.
En este lugar, las mañanas comienzan con el sonido de las aves y la actividad de los pescadores locales que lanzan sus redes al agua para capturar tilapia o lobina fresca. A medida que el sol asciende, el paisaje se transforma en un escenario perfecto para navegar en lancha, remar en kayak o simplemente contemplar la quietud del agua. Quienes buscan un poco más de aventura pueden explorar los senderos de la sierra, practicar senderismo o dedicarse al avistamiento de aves, una de las actividades más apreciadas en la zona.
La mejor temporada para visitarla es de octubre a febrero, cuando el clima es templado y el entorno luce especialmente verde. Sin embargo, Cajón de Peña deslumbra todo el año, siempre ofreciendo postales distintas y momentos que se quedan grabados en la memoria.
Además de su riqueza natural, este rincón de Costalegre sorprende por su gastronomía local, marcada por los sabores del agua dulce. Los restaurantes que rodean la presa ofrecen auténticos manjares: Lobina, tilapia, langostino, caldo de Chacal y el Tegogolo, un caracol de agua dulce muy apreciado por su sabor y difícil de encontrar fuera de esta región.
Entre las opciones de hospedaje está Rincón de la Ceiba, un espacio frente a la presa rodeado de vegetación, aves y tranquilidad, que además cuenta con varios restaurantes donde se sirven platillos locales con la pesca del día.
Otra alternativa es Casa Emma Bungalows, con cabañas rústicas, muelle privado y paseos guiados en lancha. Si prefieres una experiencia más familiar, Rancho Andrea combina el encanto rural con vistas panorámicas a la montaña, ofreciendo actividades como kayak, senderismo o tardes relajadas frente al lago.
Cuando el sol comienza a ocultarse, el paisaje se tiñe de dorado y rosa. Es el momento ideal para disfrutar una cena sencilla: pescado fresco, tortillas al comal y una cerveza fría, mientras la presa se vuelve un espejo de luz y silencio.
Visitar la Presa Cajón de Peña es redescubrir la esencia de Costalegre: un destino donde la naturaleza dicta el ritmo y la calma se convierte en el mayor de los lujos.
Un refugio auténtico, íntimo y lleno de vida, que guarda en su quietud uno de los secretos mejor conservados de la costa jalisciense.


