La cebolla, indispensable en la dieta de los mexicanos

La cebolla es un ingrediente básico e insustituible en la dieta de los mexicanos. Cruda, cocida, frita o guisada, no puede faltar en los platillos y antojitos típicos.

No se conciben muchos platillos sin la cebolla, como el pozole, las enchiladas, los chilaquiles, las tortas, los tacos de carnitas o de barbacoa, la birria, la pancita, el hígado encebollado y el Caldo Xóchitl, entre otros.


La cebolla también es deliciosa en ensaladas y es parte fundamental en la preparación de salsas picantes, guacamole o innumerables guisados.

Tiene importantes propiedades nutritivas y saludables

Como la mayor parte de las hortalizas, la cebolla tiene una gran proporción de agua, por lo que el aporte calórico es muy bajo, unas 40 kcal por 100 g de parte comestible cuando se consume cruda. Recordemos que una persona adulta con una actividad sedentaria necesita unas 2 mil a 2 mil 300 kcal/día.

Tiene pequeñas cantidades de hidratos de carbono sencillos y algo de proteína. No contiene grasa ni colesterol. Destaca la cantidad y la calidad de la fibra dietética. Se trata de fibra soluble que contribuye a mantener y mejorar la salud gastrointestinal.

La fibra soluble, cuando llega al colon se comporta como prebiótico favoreciendo el crecimiento de flora bacteriana beneficiosa para la salud del intestino y ayudando a controlar los niveles de colesterol en sangre.

Aporta también minerales: potasio, fósforo, magnesio, algo de calcio, hierro o selenio, entre otros. Pero muy poco sodio. Entre las vitaminas destacan las del grupo B (B1, B2, B6, niacina, ácido fólico) y la vitamina C.

La cebolla, como el resto de los alimentos de origen vegetal, posee numerosos componentes bioactivos que parecen tener un importante papel en la salud:

Compuestos azufrados que son los que le confieren el olor y sabor tan característico. Son sustancias volátiles que se desprenden de la cebolla al cortarla y cuando llegan a los ojos producen el picor y el lagrimeo de todos conocido y sufrido. Pero también tienen un efecto mucolítico, expectorante cuando llegan a las vías respiratorias por lo que tradicionalmente se ha usado cuando hay problemas respiratorios.

Los flavonoides, principalmente quercetina y canferol (kaempferol), son antioxidantes naturales.

Estos componentes son los que sintetiza la planta para su propia defensa y las variedades moradas de cebolla tienen mayor cantidad.

Tradicionalmente se han utilizado ampliamente el ajo y la cebolla por muchas de las propiedades que ahora se están investigando y que se deben tanto a sus componentes nutritivos como a los fitoquímicos que contienen.

Los compuestos azufrados y los flavonoides tienen una importante función antioxidante, antiinflamatoria y antimicrobiana por lo que actualmente se estudia su posible papel preventivo en enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes, algunos tipos de cáncer (principalmente gastrointestinales) y enfermedades del aparato respiratorio, entre otras. Por la presencia de estos componentes, la cebolla también puede considerarse un alimento funcional.

Consumida en cantidades moderadas y en el contexto de una dieta equilibrada, la cebolla no tiene ninguna contraindicación. Los problemas de flatulencia y reflujo gastroesogágico que pueden padecer algunas personas pueden evitarse consumiéndola cocinada en lugar de cruda o utilizando la cebolla tierna o cebolleta o las variedades de cebolla mas suaves.

Algunas personas pueden rechazar este alimento por el sabor y olor o por problemas de flatulencia o malestar gastrointestinal, pero no podemos generalizar pues estos efectos dependen de muchos factores individuales.

Esta pieza informativa se realizó con la aportación del artículo “La cebolla, una aliada para tu salud”.

Autora:

Ángeles Carbajal Azcona
Profesora Titular de Nutrición
Departamento de Nutrición, Facultad de Farmacia, Universidad Complutense de Madrid

http://www.webconsultas.com/dieta-y-nutricion/alimentos-saludables/caracteristicas-nutricionales-de-la-cebolla