Nacional

La Guerra contra Hugo López-Gatell

Por Mario A. Medina

El 30 de noviembre pasado, presenté mi libro “COVID del Horror a la Esperanza, relatos de la pandemia” de la editorial LUGAR, tres-seis-cero. Uno de los relatos que abordo se titula: “La Guerra del Cártel de las medicinas contra Hugo López-Gatell. 

La ofensiva contra el exfuncionario no ha cesado; simplemente ese cártel no se la perdona. Luego de conocerse que el exsubsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue nombrado por la presidentA Claudia Sheinbaum como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud (OMS), la artillería que dispara tinta trata de volverlo a manchar.

El 1 de octubre de 2019, el gobierno de México había iniciado el proceso de la compra consolidada de medicamentos y material para el 2020, incluía licitaciones públicas y adjudicaciones directas para medicamentos de patente y genéricos; entre otros,oncológicos, cardiovasculares, metabólicos, antibióticos, vacunas, insumos, etcétera. 

Entre otros muchos propósitos, “las licitaciones deberían favorecer a la población y tener ahorros significativos para el Estado”, exigió en ese momento López Obrador.

Aquella política pública afectaba a comercializadoras, farmacéuticas y laboratorios nacionales e internacionales que en las administraciones del PRI y el PAN habían sido favorecidos de “manera corrupta”, denunció el presidente en una de sus mañaneras.

Eran alrededor de diez las empresas más beneficiadas; cuatro de manera particular, un súper negocio que representaba más de 100 mil millones de pesos anuales que, mediante tráfico de influencias, obtenía contratos para la adquisición de medicamentos, equipo médico y otros servicios relacionados con el sector salud. Estos consorcios consideraban que el principal responsable de dicha decisión era Hugo López-Gatell, quien en diferentes momentos había denunciado la corrupción en la compra consolidada de los preparados. 

López-Gatell no sólo es médico internista, es egresado de la UNAM con una amplia trayectoria en el Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Subirán” con un posdoctorado en epidemiología, en la Bloomberg School of Public Health de la universidad Johns Hopkins de Estados Unidos; amén de ser unos de los responsables de atender la crisis de la influencia estacional conocida como H1N1 en 2009.  

Esta trayectoria poco importó a quienes se sentían afectados porque López Gatell les había tirado un gran, pero gran negocio; también buscaron cobrársela a las empresas refresqueras, a las de las frituras, a las del pan, a las tabacaleras, no sólo por ser uno de los promotores, junto con Alejandro Calvillo -Del Poder de Consumidor-, de los “etiquetados de advertencia” y por estar constantemente machacando que uno de los factores de la muerte de las personas por COVID-19 era producto de las comorbilidades como la diabetes, el sobre peso; el consumo de refrescos, alimentos chatarra y por fumar, y que habían quebrado el sistema de salud pública para favorecer al privado.   

Desde el principio de la pandemia, fue objeto de una campaña que se convirtió en una guerra en su contra.  “De todo hacen escándalo, al grado de presentar una denuncia penal en contra del doctor López-Gatell, por los lamentables fallecimientos del COVID;imagínense culpar al doctor de todos los fallecidos por el COVID, es una desproporción, y muy irracional, y conlleva mucho odio; todos sabemos que se trata de una pandemia”, llegó a decir el presidente mexicano.

En julio de 2022, López-Gatell declaró que “el gobierno de México no aceptará presión alguna de las entidades privadas utilizadas en el negocio de las vacunas o cualquier otro insumo para la salud, y nuestras decisiones estarán basadas en principios científicos, en análisis rigurosos y en un principio fundamental de soberanía y de separación del poder político y del poder económico”, y advertía que el gobierno “no va a negociar nuevos contratos con farmacéuticas de Estados Unidos, Rusia, China y Gran Bretaña.

La decisión de dejarles de comprar medicamentos e insumos tocaba también al llamado “Cártel de las medicinas”, cuyos propietarios son políticos, principalmente ligados al PRI, como Roberto Madrazo, Miguel Ángel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, José Narro Robles, Emilio Gamboa Patrón y muchos otros que activaron sus “apapachos” a comunicadores, a periodistas, a seudocientíficos, para que, “como cosa suya”, se le fueran encima a Gatell.

Desde la Fundación Mexicana para la Salud A. C., cuyo Consejo Consultivo en su mayoría estaba formado por magnates como Claudio X. González Laporte, dueño de Kimberly Clark o Alberto Bailléres González propietario de mineras, de seguros GNP y de Palacio de Hierro, hubo mucho dinero de por medio para tratar de desprestigiarlo y llevarlo a la cárcel. 

Se formó un comité de “científicos independientes” que no tenía nada de independiente, cuyos 17 integrantes estaban ligados a fundaciones y laboratorios extranjeros; a distribuidoras y comercializadoras de fármacos, cuyo informe final, sí, acertó usted, fue descalificar a López-Gatell.

En tiempo récord, por ejemplo, una dentista, sin formación como viróloga ni epidemióloga, Laurien Ann Ximénez Fyvie, publicó un libro: Un año irreparable; la criminal gestión de la pandemia en México”. “La autora cita fuentes anónimas para validar sus afirmaciones, noutiliza pruebas ni referencias para sustentar su narrativa, (…) lo hace con base en emociones y no en la ciencia”, escribió en su cuenta de Facebook, el académico, Jorge Iván Puma.

El 21 de octubre de 2021, en plena pandemia, salvo unos cuantos medios en redes y el diario La Jornada, publicaron la declaración del representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Christian Morales Fuhrimann, quien durante la firma de un convenio de colaboración con el Senado, reconoció el trabajo del gobierno federal para enfrentar la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, a través de “una estrategia moderna, comunitaria, de atención, prevención y mitigación”, y destacó “la transparencia que las autoridades de salud en México han tenido en el manejo de las cifras asociadas a los decesos directos e indirectos por el coronavirus”.

Con el nombramiento de López-Gatell en la OMS, vemos cómo chorrea tinta de las plumas de periodistas “prestigiados” que, a diario, durante la pandemia, repetían la misma narrativa golpeadora para hacerlo ver como el culpable de las muertes a consecuencia de un maldito virus que la ciencia no conocía y no sabía cómo atacarlo.

Esos comunicadores, frente a las cámaras de TV, en su noticiero estelar, multiplicaba el número de muertos bajo una fórmula tramposa para duplicar y triplicar las cifras, aunque no fueran oficiales y crear un escenario dramático. 

Hoy buscan generar una sospecha, de que la presidnetA Claudia Sheinbaum, “lo envían lejos”, hasta Ginebra, Suiza como cuando José López Portillo echó a Luis Echeverría a las Islas Fiji. Sí en estos momentos Gatell le estuviera siendo incómodo a la presidentA, se podría entender así, pero no, ha actuado ecuánime.  

Sheinbaum ha dicho que reivindica a Hugo como un gran profesionista, y ha expresado su convicción de que “ va a hacer un buen papel en la OMS”.

Han recurrido a todas las formas para descalificar a López Obrador y a su subsecretario; buscaron aprovecharse del dolor humano; hablaban de solidarizarse con quienes se habían contagiado del virus del Sars-Cov2.

La guerra tenía un propósito, cobrarle la factura al médico por haber afectado la salud financiera del Cártel Farmacéutico nacional e internacional. Este es su dolor.

Que no le cuenten…

Fue épica la conferencia de prensa que el pasado 6 de enero del 2024 dio la secretaria de Economía, en aquel entonces, Raquel Buenrostro, que permite entender el por qué de la guerra contra López-Gatell.

Aquellas declaraciones fueron poco difundidas, aunque en redes sociales fue tendencia. Explicó desde cómo cuatro empresas distribuidoras (intermediarias), ganaban hasta 100 veces más del costo de un medicamento; cómo varios laboratorios provocaron a propósito la escasez de medicinas contra el cáncer y el contubernio de políticos y funcionarios públicos, directores de algunos hospitales que escondían y negaban a los pacientes con cáncer los medicamentos.

De las manifestaciones en el aeropuerto de padres con hijos con cáncer y cómo pudieron identificar a personas que protestaban, pero que no tenían ningún familiar, pero decían tenerlo con esta lamentable enfermedad.

También de cómo dejaron de surtir medicamentos al sistema público de salud –“se negaban a entregárnoslos”- a pesar de que había un contrato firmado en 2018 con Enrique Peña Nieto para entregarlos en 2019. 

De un comando (hombres encapuchados) que pretendió robarse retrovirales para niños con cáncer que el gobierno pudo comprar en Francia.  Sí, poco o nada informo la prensa de esto. (49) Raquel Buenrostro explica cómo opera el Cártel Farmacéutico – YouTube