Un merecido homenaje a Ronald Johnson en Arizona State

Por Nelson Vargas

Después de la manera tan movida en que terminó un mes emotivo y grato para la natación mexicana y a nivel internacional, arrancamos de gran manera noviembre.

De octubre, quiero recordar ese hermoso evento que se tuvo por los 55 años de los Juegos Olímpicos con los participantes que estuvieron en México 1968. Después, quiero resaltar la impresionante actuación de los nadadores mexicanos en los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Estoy muy orgulloso de esas medallas.

Por eso digo que fue un mes intenso. Regresando de Santiago, tuvimos la extraordinaria participación de 900 nadadores en el master de Querétaro.

Ahora que terminaron las emociones de octubre, vienen nuevas cosas, muy importantes y emotivas en mi vida. Con noviembre, estoy iniciando algo que me llena el alma y me recuerda muchas cosas del gran entrenador y amigo Ronald Johnson, quien en los Olímpicos de 1968 lograra con los mexicanos dos medallas y siete finalistas.

He sido invitado —nada más y nada menos— que a Arizona State, universidad en donde Ronald hizo historia, porque logró ganar los NCAA varias ocasiones.

Me han invitado al homenaje que harán para Ronald Johnson. Jamás imaginé que me mandaran boletos de avión para mi esposa y para mí, para estar en el gran reconocimiento, en donde estará presente Bob Bowman, el entrenador más importante en la historia de Estados Unidos, quien entrenó a Michael Phelps. Será hoy cuando tendremos la oportunidad de recordar lo que hizo nuestro querido amigo por la natación mexicana. Ronald le cambió mentalidad.

Fue un hombre que siempre se dedicó a trabajar y hacernos ver que teníamos que ser uno solo por el bien común, y afortunadamente lo consiguió.

Es algo muy satisfactorio que me hayan invitado. Estaré en este homenaje y presentaré un video, traducido en inglés, de cuando el presidente de México en 2000, el doctor Ernesto Zedillo, le entregó a Ronald el Águila Azteca, la máxima insignia para un extranjero por su labor con los mexicanos.

En ese momento, Ronald dijo que no lo merecía, como quizá sí otras personas.

Todo lo que se vivirá este viernes 3 de noviembre (seguro cuando muchos de ustedes estén leyendo la columna, estaré en el evento) es algo muy importante para mí, porque Ronald fue el padre que no tuve, y porque va mi familia completa: Mi hijo Nelson, quien también nadó con Ronald Johnson en la Universidad de Arizona State, y mi hijo Fernando, quien —como yo— fue su gran amigo. Toda nuestra familia estaremos en ese homenaje; por eso, les digo que octubre fue un mes muy significativo para mí, pero el inicio de noviembre viene con algo mucho más importante, que es recordar y homenajear a mi gran amigo Ronald Johnson, quien sé que me consideraba de igual manera, como su “mejor amigo en el mundo”.