Es Claudia, por la que van

Por Nacho Ramírez

Fernando Espino, líder del sindicato del Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro), durante años supo la ruta para lograr sus objetivos, que más que beneficiar a sus agremiados, era para su gracia. Sabía y sabe cómo presionar. Acusaba, que el “gusano” naranja requería, mantenimiento, aunque fuera mentira. Y si no hubiera desperfectos en los trenes, los trabajadores, sus incondicionales sabían cómo crearlos, cómo provocar retrasos, se ha acusado.

Todo marchaba sobre ruedas si las autoridades del sistema de transporte le daban a Espino lo que pedía. Frente a los usuarios el sindicato quedaba como una organización preocupada por el buen funcionamiento del Metro.

Cuando Espino estaba a punto de perder algún privilegio, de inmediato se venían las campañas. En los vagones se podía ver hojas donde el sindicato informaba de las presuntas anomalías, por ejemplo, como la falta de herramientas pero que, bondadosos, los trabajadores decían que ellos se las podían prestar al STC.

Arrancó este 2023 y con éste año, han iniciado una serie de hechos que desde luego generan enojo y hasta miedo de los usuarios. Los retrasos que se podría decir son comunes en las horas pico, en lo que va de este mes de enero se han multiplicado. He sabido de personas que han decidido no usar el Metro, pues tienen miedo que se repita un percance grave o simplemente ya no se suben ni al primer, ni al último vagón, por lo mismo.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha denunciado varios casos consecutivos “atípicos”, que han generado contra ella, como ya señalaba, una campaña ruda que desde luego provoca “pensar mal”, y nos debe obligar a preguntarnos, primero, ¿por qué de los accidentes inmediatos, uno tras de otro en un tiempo tan corto?

El accidente de la línea 3 donde lamentablemente una joven murió, ocurrió el 7 de enero pasado. Después de ese hecho se han sucedido otros que han provocado la atención de los medios y la crítica férrea de la oposición. Este lunes 16, otra vez, de manera extraña, dos vagones se desprendieron de uno de los trenes de la línea 7 en la estación Polanco.

El director del Metro, Guillermo Calderón, dio detalles que la separación de los dos vagones se debió al desprendimiento de tornillos flojos y la falta de un seguro en uno “cilindro de acoplamiento”. Pregunté a un trabajador del STC, sobre lo ocurrido, me dijo “es muy difícil que ocurra ello porque los trenes se revisan todas las noches”, pero no descarta que alguien lo haya provocado.

Espino ha dicho que nadie como los trabajadores sindicalizados conoce a la perfección el Metro. Por lo mismo ellos saben cómo provocarle dolores de cabeza al STC, cómo hacer “tortuguismo” para que los trenes avancen lentamente o de plano, se paren para provocar el caos.

Esto, desde luego, tiene sus consecuencias como ya señalaba. El enojo de los usuarios es uno de los objetivos sin lugar a dudas, situación que es aprovechada para descalificar las aspiraciones de la Jefa de Gobierno para ser la primera mujer candidata a la Presidencia de la República y, en caso de ganar, ser la primera mujer Presidenta de México.

¿De dónde viene esta rudeza contra la Jefa de Gobierno? Hay quienes suponen que puede ser de su principal contrincante al interior de Morena, es decir, del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Otros aseguran que la guerra en su contra la sustentan desde “Va por México”, en particular desde el PAN, partido que le corresponde, según negociaron con el PRI y el PRD, poner a quién será el candidato presidencial de la alianza opositora. Es Claudia, por la que van.