Saldo blanco durante Fiestas Patrias, reporta Policía de Naucalpan

La Dirección General de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal reportó saldo blanco en los festejos del Día de la Independencia.

Durante la noche del 15 y madrugada del 16 de septiembre, unos 435 elementos de la corporación realizaron operativos de vigilancia en distintos puntos de la demarcación para asegurar que no hubiera actos masivos, disturbios motivados por el alcohol, quema de pirotecnia, así como actividades ilegales o delictivas.

Asimismo, efectivos de Tránsito recorrieron vialidades principales, como Bulevar Manuel Ávila Camacho, Avenida Lomas Verdes y Vía Gustavo Baz, entre otras, a fin de detectae personas conduciendo a exceso de velocidad o bajo los influjos del alcohol.
El director de la dependencia, Raymundo Galindo Reynoso, calificó como tranquilo el desarrollo de las Fiestas Patrias, pues en términos generales no hubo disturbios y la gente respetó las indicaciones de la Policía.

“La mayoría de la población fue responsable, nada más salió en redes sociales que iban a hacer un evento masivo de sonideros, en San José de los Leones, pero lo contuvimos, no se realizó por el apoyo de nosotros y de la Dirección de Desarrollo Económico. Todo estuvo tranquilo, uno que otro reporte ya en la madrugada de música a alto volumen cuando ya era hora de descansar, pero nada más”, describió el mando.

El funcionario manifestó que como parte de los dispositivos de seguridad se remitió una persona al Ministerio Público por el delito de abuso sexual y se envió a 47 personas a la Oficialía Calificadora por diversas faltas administrativas.
Además, se desplegó el operativo Bengala para inhibir la venta ilegal de fuegos artificiales.

Galindo Reynoso destacó la recuperación de un vehículo que tenía reporte de robo durante las movilizaciones de las últimas horas.

En total, se hicieron diez operativos en la demarcación para salvaguardar la integridad de las y los naucalpenses. En dos de ellos participó la Policía estatal, uno fue en colaboración con los gobiernos de Atizapán y Tlalnepantla, y en uno más se unió la Policía de la Ciudad de México.