Perrito rescatado en el Metro apoyará educación especial de población infantil

Elmar, un can huésped del Centro de Transferencia Canina (CTC) del Sistema de Transporte Colectivo (STC) tiene una nueva misión en la vida, que será apoyar a niños con necesidades educativas especiales en un centro académico y sicológico infantil en Mexicali, Baja California.

El perrito fue rescatado de la zona de vías de la Línea A en septiembre pasado e ingresó al CTC con múltiples lesiones en cara y costado derecho, así como amputación de cola y de dos falanges de la pata trasera derecha.

Siete meses después, la vida del can dio un giro de 180 grados gracias a la intervención de Priscila Martínez González, licenciada en Educación y especialista en una metodología pedagógica para niños con necesidades especiales asistida por perros, que tiene sustento en el Método Pellitero, en referencia a su creador, el español Juan Luis Pellitero Gómez.

Priscila Martínez, quien radica en Mexicali, se trasladó a la Ciudad de México las primeras semanas de febrero, con la idea de encontrar un can en un albergue que le permitiera demostrar una hipótesis: un can de apoyo en la educación de niños con necesidades especiales por autismo o déficit de atención, no necesariamente tiene que ser de raza, un perro mestizo lo puedo hacer muy bien.

Después de tocar varías puertas, Priscila encontró a Elmar en el CTC del Metro CDMX y tras evaluarlo, descubrió en él una conexión muy particular, así como la sincronía y las habilidades sociales naturales que el método Pellitero requiere.

También se le realizó una evaluación Etológica, es decir una valoración conductual, realizado por personal profesional en Etología de la Agencia de Atención Animal (AGATAN) de la Ciudad de México, para conocer un diagnóstico completo de Elmar.

Elmar pasó todas las pruebas conductuales, en torno a su relación con otros perros, trato con niños, reacción a estímulos fuertes, paz y docilidad.

Con su certificación en el método Pellitero que llegará esta semana desde España, Elmar se convierte en un caso con el que se puede establecer que un can rescatado, a pesar de sus traumas y haber sido lastimado, puede generar esta sincronía y ser un compañero de apoyo en educación especial para niños.

En días pasados, le fue colocado un chip, también de procedencia europea, que contiene todos sus datos.

El STC refrenda su compromiso con las leyes de protección y cuidado animal en la Ciudad de México.