Vacuna Covid y grilla barata

Por Mario A. Medina

Según el último informe demográfico de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2019 éramos en el mundo 7 mil 700 millones de personas; proyecciones de Census.gov en este 2020, la tierra estaba habitada por alrededor de 7 mil 625 millones de personas. Sin lugar a dudas un número aterrador no sólo para dar de comer a la humanidad, sino para atender a miles de millones cuando se trata de salvarles la vida frente a una pandemia como la que nos enfrentamos en este 2020. 

En México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) somos en números redondos 127 millones de nacionales. Igual, un número de personas muy complicado de atender, que, como cualquier otra población en el mundo, estamos deseosos de hacer nuestra vida “normal”. Las vacunas son nuestra esperanza.

Recientemente la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore afirmó que el tamaño de la escala para atender la vacunación en el mundo “es una tarea gigantesca e histórica; abrumadora y (que) nunca ha habido tanto en juego”. 

Efectivamente, y creo que a nadie escapa esta realidad. El problema es de proporciones estratosféricas y son muchas las situaciones que están en juego que, lamentablemente, sonaprovechadas por vividores y tranzas, por quienes se dedican a la política y por aquellos que no les importa el dolor de la gente que tiene un familiar grave a causa del Covid, los engañan haciéndose pasar por la empresa que llena los tanques de oxígeno, y simplemente les roban su dinero(noticieros Televisa).

Igual de detestable son quienes desde un partido político o desde cualquiera de las cúpulas empresariales se han aprovechado de la pandemia para descalificar al gobierno federal. He planteado en este espacio que son muchos los reclamos que le podemos hacer al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador por el manejo de la crisis, pero no hay gobierno en el mundo que pueda presumir que tiene un control absoluto de la enfermedad.  La realidad social, económica, cultural, juega un papel primordial para enfrentar este problema. 

Lamentablemente frente al pánico que como sociedad tenemos, la oposición política y empresarial han actuado de manera detestable exigiendo soluciones mágicas y criticando las decisiones que se han tomado como si estuviéramos hablando de un problema que ya se conocía, el “remedio y el trapito”.  Responsabilizan únicamente al gobierno de la 4Tpor los muertos, pero callan los que les atañen a los gobiernos emanados de sus partidos. Allí su silencio es cómplice. 

El PRIANPERREDÉ, junto con su patrocinador Claudio X González exigen soluciones inmediatas que en otros países no las tienen. Pero esta alianza sabe perfectamente que la salida no es nada fácil. Ni juntos abonan NADA para avanzar en esas soluciones que demandan. Su aportación son sus acusaciones, pues su objetivo no es coadyuvar; su propósito es escandalizar para volver al pasado que tanto añoran, al gobierno que dejaron ir.

Unos y otros, aquellos que en el pasado tenían posiciones irreconciliables, hoy nos anuncian que “son uno y uno para todos”, seguramente como en el Pacto por México, porque lo que bien se aprende, jamás se olvida. Y “¡va por México!”nos dicen, aunque, desde luego, no aclaran si van por México como lo hicieron en los últimos seis sexenios.

Cada uno de los integrantes de esta alianza no tienen el menor recato. Aprovechan la pandemia para llevar agua a su molino, no importa cómo sea y de la forma que sea. Su propósito es que el pasado regrese. No tuvieron el menor recato en asegurar, como lo hizo el caricaturista de Reforma,Paco Calderón en uno de sus Twitters, como lo exhibió el periodista, Álvaro Delgado, donde aseveró que amigos y familiares de él ya se había vacunado en Houston y que ninguno hizo cola. Qué desfachatez y qué poca sensibilidad social, pero ante la información del propio gobierno texano que lo desmentió, no tuvo otra que reconocer que buscó engañarnos. Falsedad que él mismo llamó “mentira venial”. Bien merecía autocaricaturarse que pudo titular:“Sinvergüenza”. 

Lo mismo, generaron una campaña cuyo propósito era crear la idea de que la vacuna se podía comprar a fuera, como quien va a la farmacia y pide aspirinas. Esta acción la encabezaron los gobernadores de la Alianza Federalista que,junto con la derecha empresarial, exigían que ellos pudieran adquirir la vejiguilla cuando siempre estuvo claro que está de por medio atender los términos del llamado COVAX, el Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19, producto de una alianza entre gobiernos y laboratorio encabezados por la Organización Mundial de la Salud, cuyo objetivo principal fue garantizar el acceso equitativo a las vacunas que se lograran desarrollar. Uno de los problemas que lamentablemente existe, es el acaparamiento de las vacunas por parte de los países ricos y, desde luego la producción para poder inocular lo más pronto posible a la totalidad de la población en el mundo. La misma OMS, tras la publicación de los términos del acuerdo COVAX, aseguró que sí podía conseguir 2 mil millones de dosis para los países miembros de la iniciativa (de la que México es parte), pero que sólo estaban garantizadas mil millones. 

Sobre el papel que ha jugado el gobierno federal en la negociación y adquisición de las dosis de distintos laboratorios, el infectólogo y ex comisionado de la vacuna Influenza H1N1, Alejandro Macías, afirmó en el noticiero de Atando Cabos de Radio Fórmula: “No podemos quitarle ningún mérito al gobierno en los trámites que se han hecho, que han sido muy duros en medio de una competencia muy intensa por las vacunas, son intachables. El problema es que hay una realidad, la oferta está limitada en este momento. A Pfizer le faltan manos para manos para mandar vacunas a todo el mundo. Están mandando un poco acá, un poco allá”. De esta realidad partidos políticos de oposición y empresarios saben bien, pero su propósito, insisto, es escandalizar a ver qué raja sacan. El Presidente López Obrador les respondió que su gobierno no se opone a que empresas privadas pudieran comercializar las vacunas contra el SARS-CoV-2 .  

El pasado martes 29 en una nota del portal SinEmbargo, de un cable de EFE, el presidente de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm), Juvenal Becerra dio a conocer que el sector privado mexicano había tenido conversaciones con Pfizer para comercializar su vacuna en el país, pero apuntó: “Nos comentaron que más o menos en junio o julio podíamos sentarnos a platicar (hablar) de cuándo podría estar disponible la vacuna para la iniciativa privada” y que “la fórmula no se ha distribuido a manos privadas en ningún lugar del mundo”. 

Esta declaración es una gema, diría la periodista Martha Anaya cuando sin recato, partidos y empresarios, han acusado al gobierno de ser incapaz de poder adquirir las vacunas, de esconder información. No les importa contaminar con sus versiones mentirosas. Ya vieron que comprar vacunas contra el Covid, no es como comprar aspirinas en la farmacia. Pues, ¿no que ellos podían adquirir las dosis para sus gobernados o para comercializarlas? -claro, bajo las leyes del mercado-. ¡Para eso me gustaban!

Que no le cuenten…

Desde este espacio quiero agradecer a todos aquellos que me han obsequiado unos minutos de su tiempo cada semana para leer mi columna, mis puntos de vista, para quienes me han criticado o han coincidido conmigo. Les envío mis mejores deseos para este 2021; que esté lleno de salud, trabajo, felicidad, amor y que la esperanza siga presente y los invito para que me sigan leyendo en este nuevo año. Y recuerden: Que no les digan, que no les cuenten…