Nacional

Llama Martí Batres a respaldar creación de Guardia Nacional

El presidente del Senado de la República, Martí Batres, llamó a las diversas fuerzas parlamentarias a respaldar la creación de la Guardia Nacional que propone el Ejecutivo federal y así atender el reclamo urgente, de garantizar seguridad y tranquilidad a la ciudadanía.

Al inaugurar las audiencias públicas para analizar la reforma constitucional bajo el esquema de Parlamento Abierto, destacó que la conformación plena de dicha institución permitiría lo que se ha pedido desde diversos ámbitos de la sociedad: sacar a las Fuerzas Armadas de las labores de seguridad pública.

En otras palabras, asentó, “lejos de ser un instrumento de militarización sería un instrumento para la desmilitarización de la seguridad pública”.

El presidente del Senado expresó que “es momento de tomar decisiones” en un tema prioritario para la ciudadanía: “Al país le urge tener seguridad y tranquilidad y por lo tanto necesita un cuerpo de seguridad prestigiado y respetado, con una jerarquía reconocida, que incorporé los valores del honor, del orgullo, de pertenencia, que inspiren confianza y sensación de protección”.

Precisó que una vez articulada la Guardia Nacional, de los cerca de 300 mil elementos de las Fuerzas Armadas, sólo quedarían en labores de seguridad los cerca de 35 mil elementos de la Policía Militar y los dos mil elementos de la Policía Naval. Es decir, a penas un poco más del 10 por ciento de la fuerza del Ejército permanente.

Refirió que el artículo transitorio que propuso el Presidente de la República y que no se incorporó en la minuta de la colegisladora planeta que la Fuerza Armada Permanente seguirá prestando su colaboración para la seguridad pública de manera excepcional, en tanto la Guardia Nacional desarrolle su estructura, capacidades e implantación territorial.

Dicha disposición, dijo, no sólo nos parece a muchos correcta, sino necesaria y pertinente. Es un ayuda para la desmilitarización de la seguridad pública. Pero también es un elemento para seguir apoyando a muchas regiones del país que hoy en día, sin la participación de la fuerza militar, quedarían prácticamente en el abismo.

Sobre las observaciones de que la presencia de militares en tareas de seguridad pública se traduce necesariamente en violación a derechos humanos o represiones llamó a “no hacer juicios absolutos. En todo caso, lo que nos interesa es que, ya sea de parte de civiles o de militares, haya respeto a los derechos humanos”.

“De la mayoría, esperamos buenos oficios; de la oposición, disposición al acuerdo”, expresó luego de destacar que la decisión que se tome y el legado en esta materia es responsabilidad de todos, lo mismo que coadyuvar en la seguridad de los ciudadanos. “Es lo más urgente que nos está reclamado la sociedad mexicana”.