Saca el fotógrafo que llevas dentro: Dónde contemplar los mejores atardeceres de Yucatán
En el corazón del sureste mexicano, Yucatán no solo resguarda historia, cultura y gastronomía: también ofrece una de las luces más fotogénicas del país. Ya sea al amanecer, cuando el cielo se enciende suavemente sobre los manglares, o al atardecer, cuando los templos mayas se tiñen de dorado, este estado es un verdadero lienzo natural para los amantes de la fotografía.
No es casualidad que revistas como National Geographic hayan incluido a la Reserva de Ría Lagartos y Las Coloradas entre sus sitios más visualmente impactantes del mundo. De hecho, varios fotógrafos de renombre internacional han documentado esta región por su riqueza cromática, su biodiversidad única y esa luz que, literalmente, transforma el paisaje.
Si alguna vez soñaste con capturar flamencos rosados en vuelo, ruinas milenarias iluminadas por el ocaso o lagunas de colores irreales, este es el momento de sacar tu cámara (o tu celular) y lanzarte a descubrir estos seis escenarios imperdibles para fotografiar en Yucatán:
Celestún: Refugio de flamencos y puestas de sol rosadas
En la costa occidental de Yucatán, la Reserva de la Biosfera Ría Celestún es un espectáculo para todos los sentidos. Aquí, miles de flamencos rosados se congregan al amanecer en un baile silencioso sobre el agua. Por la tarde, los manglares se cubren de reflejos dorados y naranjas mientras el sol cae en el horizonte. Un lugar de paz total, ideal para quienes buscan capturar la armonía entre fauna y paisaje.
Las Coloradas: Amaneceres surrealistas entre lagunas rosas
Las Coloradas parecen un escenario de fantasía: sus lagunas salinas, teñidas de rosa natural por microorganismos y minerales, reflejan la primera luz del día con una intensidad única. Este sitio ha sido portada de revistas internacionales y lugar de visita obligada para fotógrafos de paisaje. Aquí, cada amanecer es un juego de contrastes entre cielo, agua y sal. Perfecto para quienes aman la fotografía minimalista, con líneas limpias y tonos vibrantes.
Uxmal: Historia, arquitectura y luz dorada
Al final de la tarde, las estructuras milenarias de Uxmal —una de las joyas del mundo maya— parecen recobrar vida. La Pirámide del Adivino, los templos y el Cuadrángulo de las Monjas se tiñen de tonos cálidos que resaltan los detalles arquitectónicos con una belleza sobrecogedora. Es un lugar ideal para practicar fotografía de arquitectura, juegos de sombra y composición con perspectiva histórica.
Río Lagartos: Vida silvestre bajo cielos de fuego
Ubicado en el extremo norte del estado, Río Lagartos es un santuario de vida silvestre: cocodrilos, flamencos, garzas, tortugas y más de 300 especies de aves conviven aquí. National Geographic ha documentado esta reserva como una de las más importantes del hemisferio occidental para la migración de aves. Al amanecer, la calma de la ría permite reflejos perfectos del cielo en el agua, y por la tarde, el atardecer es un fuego sobre las dunas. Un paraíso para los amantes del lente largo y la fotografía de naturaleza.
El Corchito: Oasis escondido entre manglares
Este pequeño tesoro, a tan solo minutos del puerto de Progreso, es uno de los secretos mejor guardados para los fotógrafos. Rodeado de manglares, con ojos de agua cristalinos y una vegetación exuberante, El Corchito ofrece juegos de luz entre las ramas, espejos naturales y fauna local, como mapaches y aves endémicas. Las primeras horas del día o la hora dorada por la tarde son perfectas para capturar su atmósfera mística.
Izamal: La ciudad amarilla que brilla con la luz
Izamal no necesita filtros. Sus calles, completamente pintadas de amarillo ocre, se transforman con la luz del amanecer y del atardecer, ofreciendo un espectáculo visual inigualable. El Convento de San Antonio de Padua, las casas coloniales, y los templos mayas convertidos en miradores, forman composiciones ideales para fotografía urbana, arquitectura y retrato. Además, al subir a la pirámide Kinich Kakmó, se obtiene una panorámica espectacular del pueblo mágico bañado por la luz dorada del sol.
Lleva tu cámara, dron o celular. En Yucatán, no necesitas buscar la belleza: ella sale a tu encuentro en cada rincón, con luz generosa, naturaleza vibrante y una energía que invita a detener el tiempo. Es un destino que inspira tanto a artistas consagrados como a viajeros con buen ojo.
En Yucatán, el amanecer comienza alrededor de las 5:45 a. m. y el atardecer entre 6:15 y 6:45 p. m., dependiendo de la temporada. Si vas a fotografiar fauna, no olvides un teleobjetivo. Para paisajes, un gran angular o un dron pueden ofrecer tomas impactantes.
Yucatán te invita a redescubrir el mundo a través de tu lente. Ya sea que busques paisajes de ensueño, fauna única o ciudades llenas de alma, aquí encontrarás escenarios dignos de portada.
Saca el fotógrafo que llevas dentro y déjate inspirar por la luz, los colores y la magia del sureste mexicano.
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