Los hoteles de impacto en Cartagena que lideran el turismo de lujo sostenible en 2025
Cartagena de Indias, Colombia.- En Cartagena, el lujo vuelve a definirse por el impacto, no solo por la belleza de los edificios o la calidad del servicio, sino por la responsabilidad con el patrimonio, las comunidades y el entorno natural. Bajo la iniciativa Nuestra Cartagena, varios hoteles emblemáticos de la ciudad demuestran que la hospitalidad puede ser motor de cambio, integrando prácticas verificables que reducen huella, apoyan la economía local y preservan la identidad cultural.
Blue Apple Beach ha transformado la experiencia insular desde un planteamiento regenerativo. Ubicado en Tierra Bomba, el proyecto ha declarado públicamente su condición de B-Corp, su modelo hacia cero residuos y su uso de energía solar, además de articular iniciativas propias de impacto, entre ellas proyectos de restauración de manglares y manejo de residuos que convierten vidrio y materia orgánica en recursos. Su enfoque combina producción local de alimentos, compra a comunidades cercanas y reinversión en proyectos sociales a través de la Fundación Green Apple, lo que lo sitúa como un referente de turismo de isla con criterios de economía circular.

Casa Carolina interpreta el lujo boutique desde la conservación patrimonial y el bienestar. La restauración sensible de una casona histórica, realizada con actores locales, preserva elementos constructivos y estéticos de Cartagena mientras incorpora oferta gastronómica y de bienestar basada en productos de la región. Su modelo pone énfasis en la calidad de la experiencia, el empleo de insumos locales y la puesta en valor del patrimonio arquitectónico como eje de turismo de bajo impacto.

Casa Lola, en Getsemaní, completa este panorama con una propuesta que fusiona restauración arquitectónica, arte y cocina local. El hotel ocupa casas coloniales restauradas, funciona como galería y restaurante y apuesta por rescatar y exhibir piezas artesanales y antigüedades que narran la historia de la ciudad. Su operación enfatiza la integración con el barrio, la promoción de la cultura cartagenera y el uso de productos y talento locales en su oferta gastronómica y artística, contribuyendo así a la economía creativa del barrio.

Townhouse Boutique Art Hotel lleva la sostenibilidad al entorno urbano mediante prácticas operativas y de abastecimiento que privilegian lo local y la economía creativa. Este hotel-galería en el centro histórico trabaja estrechamente con artistas y proveedores colombianos para el diseño de sus espacios y oferta cultural. Además, en su comunicación resalta el uso responsable de recursos y la relación directa con la comunidad creativa de la ciudad, mostrando cómo un hotel urbano puede ser plataforma para talento local sin perder vocación de servicio premium.

Estos hoteles, cada uno desde su identidad y escala, demuestran que el lujo en Cartagena en 2025 se mide por la capacidad de generar valor social, cultural y ambiental. Nuestra Cartagena reúne socios para contar una historia distinta de la ciudad: la de un destino que mira a largo plazo, protege su patrimonio y comparte los beneficios del turismo con las comunidades que lo hacen posible.

