Salud

La verdad sobre la insulina y la importancia de aplicarla correctamente

A pesar de los avances médicos y la disponibilidad de tratamientos para el control de la diabetes, en México persisten mitos que alejan a miles de pacientes de un manejo efectivo de su condición. Esta desinformación retrasa el tratamiento adecuado y permite el avance silencioso de complicaciones como daño renal, neuropatía, pérdida de la visión o amputaciones.

Muchos pacientes enfrentan temores y resistencias al iniciar la terapia con insulina, influenciados por mitos como “me volveré dependiente”, “voy a engordar” o “significa que mi diabetes empeoró”. También es común el miedo a las agujas o a equivocarse al aplicar la dosis.

Sin embargo, la evidencia demuestra que la insulina, cuando se administra correctamente, puede mejorar significativamente el control glucémico, reducir el riesgo de complicaciones como hipoglucemias y variabilidad glucémica, y aumentar la confianza del paciente en su tratamiento. La educación sobre técnica de aplicación, rotación de sitios y uso del dispositivo es clave para superar barreras emocionales y optimizar resultados. 

¿Cuál es la técnica de inyección de insulina correcta?

Para aprovechar al máximo la terapia con insulina (cuando es prescrita por un profesional de la salud), es esencial seguir buenas prácticas de aplicación. Esto incluye el uso de agujas ultrafinas y cortas (preferentemente de 4 mm para plumas y de 6 mm para jeringas) para asegurar la administración en el tejido subcutáneo y evitar inyecciones intramusculares.

Los sitios recomendados para la aplicación son el abdomen (excepto la zona cercana al ombligo), la cara anterior de los muslos, la parte superior externa de los glúteos y la parte posterior de los brazos. Es fundamental rotar sistemáticamente los sitios, manteniendo una distancia mínima de 1 cm entre las aplicaciones y alternando las zonas semanalmente. Además, se debe evitar la reutilización de los dispositivos, ya que esto puede causar dolor, sangrado y complicaciones como la lipohipertrofia.

Para prevenir complicaciones asociadas a la inyección, como dolor, hematomas o inyecciones intramusculares, es indispensable una técnica correcta. Entre los errores más comunes se encuentra la falta de rotación adecuada de los sitios de aplicación, lo que puede llevar a una complicación frecuente pero prevenible: la lipohipertrofia.

Esta alteración subcutánea afecta entre el 37% y el 64% de los adultos en terapia con insulina y se produce por la repetición de inyecciones en la misma zona, generando nódulos que alteran la absorción del medicamento. Esto puede provocar hipoglucemias, hiperglucemias y mayor variabilidad glucémica.2

Para prevenir la lipohipertrofia se recomienda dividir las zonas de inyección en cuadrantes o mitades, rotarlas sistemáticamente y mantener al menos 1 cm de distancia entre aplicaciones. Esta práctica sencilla, pero crítica, mejora la seguridad del tratamiento y reduce el riesgo de complicaciones a largo plazo.

El uso adecuado de la insulina va más allá de su prescripción: implica conservar, manipular y desechar correctamente el medicamento y los dispositivos asociados. La insulina debe almacenarse a temperaturas controladas (2–8 °C sin abrir, 15–30 °C una vez abierta), y debe administrarse a temperatura ambiente para evitar dolor e irritación. Las agujas de insulina no deben reutilizarse ni compartirse entre personas, ya que la pérdida de lubricación y de filo puede generar daño tisular, mayor dolor y riesgo de infección.

Aunque en casos excepcionales puede considerarse la reutilización temporal para evitar la omisión de dosis, se recomienda llevar siempre consigo suministros adicionales. La educación en esta etapa del tratamiento es clave para garantizar seguridad, eficacia y prevenir complicaciones como lipodistrofias o infecciones.

Una aplicación correcta es un aspecto importante del tratamiento integral de la diabetes, junto con alimentación saludable, actividad física y manejo de las emociones. Con educación en diabetes, paciencia y constancia se logrará dominar la técnica, ya sea un paciente iniciándose o actualizando sus conocimientos, lo cual fomentará un autocuidado efectivo. 

Cuando la insulina se utiliza adecuadamente, los beneficios a la salud son múltiples: 

• Disminuye los niveles de glucosa, permitiendo alcanzar rangos saludables.

• Reduce hospitalizaciones por hiperglucemia.

• Previene o retrasa complicaciones.

• Permitir una mayor flexibilidad en la dieta bajo control médico.

Mariana Buss, gerente médica para embecta™ Latinoamérica, destaca que solo el médico tratante está calificado para indicar la dosis y el tipo de insulina más adecuado para cada paciente, según sus necesidades individuales.

Este tratamiento debe ser acompañado por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud. Cuando el abordaje de la diabetes es integral y personalizado, aumentan significativamente las probabilidades de éxito terapéutico.

Más información: [email protected] / www.embecta.com/mx/es-mx/

Referencias:

1Federación Internacional de Diabetes (FID). Atlas de la Diabetes 2025, 11a. edición. Disponible en: https://diabetesatlas.org/resources/idf-diabetes-atlas-2025/

2Klonoff DC, Berard L, Franco DR, et al. Advance Insulin Injection Technique and Education with FITTER Forward Expert Recommendations. Mayo Clin Proc. 2025;100(4):682-699. doi:10.1016/j.mayocp.2025.01.004